La luz es un elemento indispensable en cualquier tipo de espacios y, aunque a veces se desconozca sobre algunos de sus usos, es también un elemento de amplia versatilidad. En efecto, hay distintas formas de las que podemos disponer de la luz, las cuales se pueden combinar para crear toda clase de ambientes. Aquí te platicamos sobre 7 tipos de iluminación, qué usos podemos darles y cómo podemos complementarlos para lograr los efectos deseados.
Iluminación natural
Es la única luz que no procede de una luminaria, sino del sol. Se caracteriza por cumplir con ciclos llamados circadianos: la luz se va modulando conforme transcurren la noche y el día. Es el tipo de iluminación más saludable, pues nuestro organismo está adaptado a ella. Por esta razón, lo mejor es disponer de ventanales que permitan el acceso de luz natural a nuestros hogares o cualquier tipo de establecimiento como oficinas, en donde se pasan varias horas.
Iluminación general
La iluminación general es la encargada de iluminar por completo una estancia. Este tipo de iluminación distribuye uniformemente la luz por todo el espacio, dando una sensación de armonía. La luz general resulta útil para cubrir zonas amplias y permitir una visibilidad óptima del espacio. Se usa en exteriores, pero, sobre todo, en espacios interiores como una habitación, una sala o un pasillo. Generalmente se logra a través de luminarios LED empotrados en el techo, los cuales iluminan toda la estancia. Puede complementarse con la luz puntual para satisfacer distintas necesidades. 
Iluminación puntual
A diferencia de la iluminación general, la iluminación puntual o focalizada se utiliza para iluminar una zona específica. Resulta útil para realizar actividades que requieran una visibilidad precisa o superior, por ejemplo, picar verduras en la concina o hacer tareas durante la noche. Se logra a través de lámparas que iluminan de forma puntual, o inclusive existen luminarios con la posibilidad de una luz dirigida.
Iluminación ambiental
Más allá de iluminar, la función de está luz es crear una atmósfera determinada. Dependiendo el tipo de espacio, pueden buscarse diferentes ambientes, por ejemplo, en una sala suele preferirse un clima cálido y acogedor. Estos efectos pueden lograrse utilizando las lámparas adecuadas, tomando en cuenta la temperatura de color y la intensidad. Los artículos con tecnología Dim to Warm, son ideales para lograr este tipo de ambientes.
Iluminación de acento
También llamada iluminación de exposición. Todos tenemos algún objeto que nos gusta que resalte, por ejemplo, una escultura, una obra de arte o una fachada. La iluminación de acento se encarga precisamente de fijar la atención en esos objetos y que no pasen desapercibidos en la oscuridad. Puedes usar reflectores LED para exteriores en este tipo de espacios para iluminar cualquier elemento en donde quieras poner el foco.
Iluminación decorativa
Como su nombre lo indica, el objetivo de esta clase de iluminación es fundamentalmente estético y decorativo. Se utiliza sobre todo en espacios como restaurantes, salones o aquellos espacios del hogar donde se suelen recibir visitas. Este tipo de luces ganan cada vez más popularidad, por ejemplo, la guirnalda de luces LED, además de ofrecer una buena iluminación a la terraza, también le dará un estilo único y personal.
Iluminación funcional
En contraste, la iluminación funcional cumple una utilidad más allá de la estética. La iluminación puntual y general son ejemplos de ella. Una ayuda a cumplir una tarea específica y otra permite mayor visibilidad de los espacios.
Ahora que conoces los diferentes tipos de iluminación, puedes complementarlos para crear tu espacio ideal, bello y funcional.