Ángulo de iluminación: ¿qué es y para qué sirve?

Si alguna vez has adquirido una luminaria, probablemente has notado entre sus características el ángulo de apertura. Aunque a veces suele pasar desapercibido, es importante revisar este parámetro para organizar la iluminación de forma eficiente. Por ejemplo, cuántos focos utilizar y cómo colocarlos dependerá en gran medida del ángulo de apertura de los focos LED que poseas. Aquí te detallamos en qué consiste este parámetro y cómo puede ayudarte conocerlo.

¿Qué es el ángulo de apertura de una lámpara LED?

Como su nombre lo expresa, el ángulo de apertura de luz de una luminaria indica el ángulo en el cual se extiende el haz de luz y, por lo tanto, determina en gran medida el área que la iluminación va a cubrir.

En efecto, el haz de luz se va a abriendo en un determinado ángulo, y este valor define el área que es capaz de iluminar en función de la distancia con la fuente lumínica.

Al conocer el ángulo de apertura, puedes elegir la que más se adapte a tus necesidades y también te ayudará a instalar la iluminación de manera efectiva. Ten en cuenta que los LED son considerablemente más focales que, por ejemplo, los halógenos o los fluorescentes.

¿Qué ángulo de iluminación LED utilizar?

Nuestra respuesta usual: depende. La elección se va a basar en dos aspectos fundamentales:

1. Las características del espacio (principalmente la altura)
2. Las necesidades que desees cubrir.

Las luces con un menor ángulo de apertura suelen recomendarse para iluminación focal. Tienden a ser muy útiles para actividades como leer o cocinar ya que concentran la luz en un área pequeña. Las luces con poco ángulo de apertura funcionan también como iluminación de acento, por ejemplo, para resaltar algún objeto o elemento decorativo.

En cambio, las luminarias con un ángulo más grande, por lo general a partir de los 90°, se utilizan para la iluminación general del espacio. Su uso puede compararse con el de los grandes ventanales ya que cubren una zona amplia.

Para elegir un determinado ángulo debemos tomar en cuenta el tamaño y la altura de la estancia. Si la habitación es de poca altura, hay que evitar usar ángulos cerrados para iluminación general ya que ciertas zonas quedarán a oscuras y se pueden generar sombras que interfieran con la armonía visual.

En cuanto a los espacios elevados, si contamos con un ángulo muy amplio, se perderá intensidad, pero se logra una iluminación uniforme.

El ángulo de apretura también va a determinar la distancia entre focos empotrables en el techo. Por regla general, entre más grande sea el ángulo de apertura más distancia entre un foco y otro. Si el espacio es muy amplio te recomendamos utilizar focos de mayor ángulo para hacer de la iluminación más eficiente.

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