Cuando queremos vender un inmueble, queremos fijar un precio alto, o al menos que se nos pague lo justo. Tal vez no estemos de acuerdo, pero, las apariencias importan.
En efecto, una vivienda que luzca atractiva y en excelentes condiciones puede aumentar su valor de venta. Los potenciales compradores verán un valor mayor en ella y querrán soltar lo billetes, por el contrario, si el inmueble tiene un aspecto descuidado, se lo van a pensar dos veces.
Hay ciertas reformas que puedes implementar para subir el valor de tu vivienda. Remodelar la cocina, cambiar los pisos o mejorar la línea de drenaje son algunos ejemplos. Por supuesto, la iluminación no se queda atrás: un sistema de iluminación que funcioné a la perfección y dé un buen aspecto a nuestro inmueble va a seducir a los posibles compradores o arrendatarios.
Aquí te damos algunos consejos que puedes llevar a cabo.
1. Presta atención en los detalles
Los detalles importan. Tal vez no lo parezca, pero cualquier mínimo descuido puede hacer que el valor de tu vivienda se venga abajo. Puede ser una grieta en la pintura, un defecto en la instalación eléctrica o una mala iluminación. Procura mantener la pulcritud en cada estancia y tomar en cuenta cada detalle.
La línea Silight by Pinifarina, por ejemplo, cuenta con interruptores y apagadores eléctricos con diseño italiano. Su aspecto minimalista proyecta elegancia y modernidad, sin duda, tu casa, se percibirá de mayor valor cuando todo elemento está bien cuidado y hace juego con la decoración. La idea es que en cada espacio no haya nada que estorbe a la vista.
2. El baño y la cocina son espacios clave
Sí, cualquier espacio del inmueble debe tomarse en consideración, pero, sobre todo si contamos con poco presupuesto, la prioridad deben ser el baño y la cocina.
A pesar de que la casa o apartamento tengan una decoración atemporal, la cocina y el baño suelen delatar la antigüedad del inmueble. Existen diversas tendencias de interiorismo que intervienen en una vivienda y contar con un diseño moderno no solo contribuye al estilo, sino que puede incrementar su valor.
Al sanitario se le da un uso considerable y es común que se desgaste. Procura que los acabados sean resistentes y modernos. La misma lógica aplica a los luminarios: un luminario con amplia resistencia tendrá mayor vida útil y, por ende, dará más valor a tu vivienda.
En cuanto a la cocina, es también un espacio de mucho uso. Los acabados, muebles y luminarias deben resistir lo suficiente para no estropearse, pero no solo eso: si ofrecen una estilo propio e iluminación efectiva tu inmueble puede venderse a un mejor precio.
Definitivamente, si solo tienes presupuesto para invertir en una estancia, concéntrate en esta. Se recomienda cambiar algunos muebles, disponerlos de tal manera que el espacio parezca amplio y poner especial atención en los acabados.
3. Los materiales pueden jugar un papel importante
Hay materiales que son accesibles y, sin embargo, proyectan un gran valor. Considera el uso de azulejo, concreto aparente y madera. No descartes del todo el mármol o el granito, ya que estos materiales son ideales para las barras y cubiertas de cocina. También es posible utilizar colores neutros en paredes y mobiliario para producir una impresión de orden y limpieza.
4. Soluciona los desperfectos
Si tu hogar tiene algún desperfecto, repáralo. No tienes que invertir demasiado, pero intentar ocultar desperfectos con una alfombra o un cuadro, por ejemplo, puede jugar en tu contra. Pinta aquellas zonas que sean necesarias y arregla aquello que no funcione. Si no es posible, mejor deséchalo. Todo debe estar en perfecto estado: lo que pegas con cinta o atas con alambre, se nota.
5. Que la iluminación favorezca los espacios
¿Quieres vender un departamento pequeño? No debes procurarte. A pesar de contar con pocos metros cuadrados, puedes jugar con la iluminación para conseguir un efecto de amplitud. Si combinas superficies blancas con bombillas que cubran un amplio espectro, la estancia lucirá más grande.
Los tonos claros reflejan la luz en las superficies. No aumentarás el espacio de la vivienda, pero sí la sensación. Los arrendatarios o compradores estarán dispuestos a pagar más por ello. Otro truco que puedes utilizar en espacios pequeños es servirte de lámparas de techo empotadas y alargadas como los plafones.
Debes tomar en cuenta las necesidades de cada espacio: en una sala, por ejemplo, se recomienda luz cálida que cubra un amplio espectro, con la posibilidad incluso de instalar lámparas decorativas. En un comedor, las lámparas colgantes darán estilo y, por tanto, un valor extra a la estancia.
¿Estás listo para vender tu inmueble? Límpialo, repara lo necesario, corrige los imperfectos y, si necesitas mejorar la iluminación, revisa nuestro catálogo. No tendrás que reducir un solo centavo de su valor si tomas en cuenta estos consejos.