¿Cómo iluminar una biblioteca? Consejos de iluminación para tu espacio ideal.

Las bibliotecas suelen ser espacios acogedores. Lo ideal es que el usuario pueda pasar varias horas leyendo, haciendo la tarea, trabajando y cultivándose sin dejar de sentirse cómodo. Resulta también idóneo que pueda consultar todo tipo de materiales con facilidad, ya sean libros, periódicos o incluso recursos electrónicos. En ese sentido, la iluminación debe estar orientada a eso y favorecer una buena concentración. Aquí te damos algunos tips de iluminación para una biblioteca funcional y te recomendamos lámparas para biblioteca.  

Siempre que se pueda, luz natural 

Sobre todo para este tipo de espacios, la luz natural resulta óptima. No solo permite una buena visión, indispensable para la correcta lectura, sino que también ayuda a establecer un ambiente cómodo y agradable donde el usuario pueda hacer todo tipo de tareas y estudio. La luz natural evita que la vista se canse. Como hemos mencionado en anteriores entradas, nuestro cuerpo está habituado a los ciclos naturales de día y noche, por tanto, la luz natural es la que nos resulta más favorable.  

Hay que procurar contar con grandes ventanales y evitar que el mobiliario interfiera con el paso de la luz natural. Ahora bien, la disposición y ubicación de la biblioteca hacen que a veces no sea posible, incluso hay bibliotecas que abren de noche, es aquí donde entra en juego la luz artificial.  

Distribuir puntos de luz 

Se le conoce como luz general a aquella encargada de iluminar la totalidad de la estancia. En el caso de las bibliotecas, es importante una distribución eficiente de los puntos de luz sobre el techo. Para ello debe tomarse en cuenta el modelo arquitectónico, lo importante es que la luz cubra todo el espacio de forma eficiente sin dejar zonas a oscuras.  

La lámpara LED de suspender en techo interconectable cumple este propósito. Con emisión de luz directa e indirecta, puede colocarse, por ejemplo, sobre el mostrador. Hay otro tipo de lámparas de techo para biblioteca como las luces interconectables lineales que se adaptan a las distintas áreas de la biblioteca y brindan iluminación general. 

Esta luz no es excluyente de la luz natural, por el contrario, puede integrarse perfectamente a ella, sobre todo en aquellas zonas donde el acceso de la luz del sol es limitado. Puede utilizarse una tonalidad neutra (4 000 K) que, de hecho, es la misma que la luz natural, y una cantidad lumínica de 200 lux. Este factor es importante ya que algunas bibliotecas cuentan con estanterías de gran altura, y deben ser visibles todos los materiales que ahí se encuentran, desde lo más alto hasta lo más bajo.  

Iluminar zonas de estudio 

Casi todas las bibliotecas cuentan con grandes mesas y otra clase de mobiliario para que los asistentes puedan tener una sesión de trabajo o estudio. Además de la luz general, estas zonas pueden contar con luz puntual, es decir, una luz más focalizada. No cubre la misma área, pero cuenta con mayor intensidad que permite mayor concentración y un trabajo eficaz.  

Si la biblioteca no cuenta con tanta altura, es posible instalar lámparas colgantes, sino, algunas lámparas de piso siempre pueden ser una opción. Sobre todo cuando se trata de salas pequeñas dedicadas al estudio profundo. Aquí la intensidad lumínica puede ser mayor y llegar hasta los 500 luxes.  

Iluminar estantes y zonas de paso 

Una buena manera de señalar los estantes para identificar más fácilmente los materiales es el uso de tiras LED. Esto facilita la estancia no solo a los usuarios, sino también a los bibliotecarios y personal. Señalar el camino y el paso por las distintas secciones, además de resultar práctico, puede también evitar accidentes.  

Esta luz es complementaria a la luz general y sirve para indicar por dónde debes caminar. Ahora bien, es posible también iluminar los estantes desde abajo, a un ángulo de 45 grados, aunque se recomienda más para bibliotecas que no son de gran tamaño.  

Estilo arquitectónico y diseño 

Ten en cuenta siempre el diseño y decoración de la biblioteca. Están desde las modernas, hasta las más rústicas. Procura que todo esté a juego, sin por ello descuidar la funcionalidad. Por ejemplo, una biblioteca antigua puede tener una luz más tenue, pero siempre debe ser suficiente para que el usuario pueda estudiar con facilidad. La tecnología LED ayudará a ahorrar energía, cuando no es posible servirse de la luz natural. 

Cuando se trate de iluminar una biblioteca, toma en cuenta estos elementos para que el usuario pueda tener una estancia agradable y sea capaz de sumergirse en ese universo de letras. Recuerda siempre tomar en cuenta las necesidades del espacio y los objetivos de cada sección. En Illux encontrarás la lámpara indicada para las necesidades de una biblioteca.

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