En ocasiones, puede surgir la duda de si utilizar iluminación empotrada o más bien lámparas para sobreponer. La realidad es que ambas cumplen una función distinta así que todo depende de tus necesidades y el tipo de espacio que buscas iluminar. Aquí te enseñamos cuándo conviene utilizar focos empotrados y cómo lograr a través de ellos la iluminación perfecta de tu hogar.
¿Qué es la iluminación empotrada?
Se conocen como luminarias empotradas a aquellas que, alojadas dentro de carcasas metálicas pequeñas, se instalan en el techo penetrando el material. También se le conocen como downlights.
Las luces empotradas requieren un sistema de cableado, el cual puede conectar varias bombillas a la vez.
Una carcasa interior cubre todos los componentes eléctricos. También está diseñada para proteger el aparato de iluminación de cualquier material inflamable. A menudo cuentan con un ornamento exterior, que suele ser de metal o plástico, para cuidar el aspecto estético. Es el elemento más visible de las lámparas el cual está fijado a la carcasa e influye en la calidad y el aspecto de la fuente de luz.
Una ventaja de la iluminación empotrada es que se inserta dentro del techo. No hay accesorios visibles, lo cual hace de ella una iluminación muy versátil y funcional para diferentes espacios. No ensucia la decoración y provee de una excelente iluminación.
¿Cuándo utilizar luz empotrada?
Hay momentos en los que una lámpara suspendida elegante o incluso una luz de indirecta no funcionarán como iluminación superior. Por ejemplo, pasillos estrechos, armarios pequeños o baños. En estos casos, la prioridad es dar amplitud al espacio, más allá del estilo o la decoración. Los focos empotrados son una excelente opción ya que se adaptan casi a cualquier tipo de espacio y brindan una iluminación óptima.
Es posible con ellos agregar un poco de iluminación, la justa y necesaria, o aumentar el brillo general de la habitación sin cambiar la decoración o interferir con el estilo. Elementos que llaman mucho la atención no funcionan en estos casos y más bien ensucian el espacio.
En otra de nuestras entradas hablamos de tipos de iluminación y, por lo general, las lámparas empotradas cumplen el papel de iluminación funcional. Es importante, en cualquier estancia, tener una combinación de iluminación general, iluminación decorativa e iluminación puntual o de trabajo. La primera de ellas se logra de la mejor manera con bombillas empotradas.
Cuando se trata de iluminación empotrada, es fundamental considerar el material y la estructura del techo, así como aquello que desees resaltar con las bombillas. Además, toma en cuenta cómo se adapta la moldura del accesorio con la estética que buscas.
¿Cómo elegir la mejor bombilla?
Nuestra respuesta favorita: depende, y es que no todos los espacios tienen las mismas necesidades. Veamos algunas recomendaciones de Illux.
En un pasillo o una escalinata estrecha, puedes utilizar lámparas empotrables en pared. Suelen ser muy útiles como luz de cortesía y además dan un toque decorativo: toques de luz nocturna discretos y elegantes.
Otra opción para pasillos y corredores son las luces para empotrar en el piso. Al igual que las lámparas de pared, cumplen la función de iluminación de cortesía, es decir, indicar el paso y señalar correctamente el camino. Las hay también para pasillos exteriores y otros espacios como terrazas al ser más resistentes y con mayor protección.
Son quizá las más populares: las lámparas empotrables de techo pueden usarse casi para cualquier estancia. Ya sea la sala, el comedor, el pasillo, escalera o la habitación. Solo hace falta distribuirlos con eficiencia para iluminar todo el espacio con luz general. Puedes usar luz cálida para un hogar acogedor, por lo general, es la temperatura más adecuada para uso doméstico. Si cuentas con un falso plafón, hay también lámparas empotrables que se pueden instalar fácilmente a tales materiales.
No dudes en consultar nuestro catálogo para tener aún más opciones y ofrecer a tu hogar una iluminación empotrada útil y funcional.